El aprendizaje en tiempos de cuarentena. El desafío de la educación virtual

El trabajo en las aulas virtuales permite ampliar la relación pedagógica entre docentes y alumnos. Esto no significa servicio docente on line permanente sino, más bien, una oportunidad concreta para aprovechar los beneficios del uso de recursos TIC en todas las etapas del proceso de enseñanza y aprendizaje y la posibilidad de aprovechar dichos beneficios en un horario flexible, fuera de los límites espacio-temporales de la hora de clase en la escuela.
Resulta alentador pensar que estos nuevos escenarios además de consolidarse como la tabla de salvación para darle continuidad a los procesos de enseñanza y aprendizaje en una situación de emergencia sanitaria como la que nos toca, puedan ser tomados por docentes y alumnos como una oportunidad para renovar la práctica docente y el vínculo con el conocimiento respectivamente.  Pensamos que existen factores importantes para el aprendizaje que se potencian con el trabajo en aulas virtuales y que de la combinación sinérgica de los mismos surgen grandes oportunidades para mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje. Partimos de la hipótesis de que el estímulo a la creatividad sumado a la interacción que tiene lugar en las aulas virtuales, darían paso a lo que llamamos “intercreatividad” como una suerte de creatividad que se contagia y encuentra inspiración en la creatividad manifestada por los pares. La meta cognición, que es un proceso interno, sumada a la interacción que se da en las aulas virtuales, generan un ambiente propicio para que la reflexión acerca del propio proceso de aprendizaje se gestiona en red, en una suerte de inteligencias conectadas al servicio de la “reflexión meta cognitiva colectiva” dando paso al aprendizaje colaborativo. Si le sumamos a la práctica meta cognitiva, la creatividad puesta al servicio de la producción de un material concreto, creemos que podremos encontrar evidencias del logro de aprendizajes más significativos.