El Uso de las TIC en la escuela secundaria y la necesidad de aprender informática, dos caras de la misma moneda

El desafío más importante que tiene la escuela media en la actualidad es sin duda  promover acciones tendientes a lograr la formación integral de los adolescentes y parte de esa formación tiene que ver con establecer una relación positiva con la información.
 Es cierto que, en otros tiempos, los adolescentes tomaban contacto con los conocimientos fundamentalmente dentro de los límites del aula ya que, posibilitar el acceso al conocimiento era la responsabilidad por excelencia de  la escuela y que, hoy en día estamos expuestos a un caudal enorme de información y la escuela, ya no es la única que imparte saberes. La escuela debe acompañar esta realidad guiando y facilitando la construcción de significados adaptándose a los cambios que la sociedad de la información impone. Por lo tanto se torna indispensable que incorpore el uso de la TIC poniendo el acento en cuestiones éticas para aportar valores en la formación de los alumnos promoviendo el pensamiento crítico y el buen criterio a la hora de evaluar la información disponible y el uso que se haga de ella.
Ya nadie discute que se hace necesario que los docentes se familiaricen con las nuevas tecnologías y conozcan su potencial educativo para poder guiar a los alumnos y formar parte, junto con ellos, de nuevos modos de generación de procesos de enseñanza - aprendizaje. Sabemos que, son los docentes los que le aportan sentido pedagógico a las herramientas y es su responsabilidad planificar actividades en las que los recursos informáticos sean utilizados para favorecer aprendizajes significativos.
Digamos que hoy por hoy, estamos de acuerdo en muchas cosas y compartimos la perspectiva de que, la escuela media  ya no debería tener como única función aportar los distintos saberes que los alumnos necesitan para luego poder acceder a niveles educativos superiores si no, más bien aportar las herramientas necesarias para desarrollar al máximo sus habilidades cognitivas y poder hacer uso inteligente de las tecnologías, transformando la información en conocimiento y participando como actores reflexivos con capacidad de elegir. 
Tomando en consideración lo dicho anteriormente, pensamos que, si el sistema educativo pretende, en forma genuina, adaptarse a los tiempos que corren, no debería dejar de reconocer la imperiosa necesidad, de contar con un espacio de construcción de conocimientos propio para los saberes informáticos, para que, desde la escuela, se asuma la responsabilidad de formar a los alumnos como agentes productivos y no simplemente consumidores de tecnología. Contando con conocimientos informáticos construidos en el marco de un espacio curricular propio, tendremos alumnos capaces de participar en el devenir tecnológico y cultural y solo así, podremos hablar de igualdad de oportunidades para una sociedad que lo único que permite vislumbrar como permanente, es el cambio.