Lograr que nuestros alumnos sean autónomos es uno de los pilares que otorga sentido a nuestra función docente. Dado que el aprendizaje no termina
cuando termina el recorrido escolar, la habilidad para "aprender a aprender" implica, de
alguna manera, esa autonomía necesaria para “hacerse cargo” del propio
aprendizaje.
Una forma de propiciar
el desarrollo de dicha habilidad consiste en invitar a nuestros alumnos a reflexionar
acerca de sus propios modos de, como dice I. Dussel "operar con el conocimiento".
Vincularse significativamente con la
información gracias a haber realizado procesos de interpretación, análisis,
selección, comparación, clasificación, etc, son, sin duda, trayectos necesarios
en el recorrido que lleva a transformar la información disponible en
conocimiento propio.
Podemos reconocer en las
TIC buenas oportunidades para generar entornos
de trabajo apostando
a la meta cognición como metodología para poner en juego habilidades
cognitivas de orden superior que estructuren el pensamiento crítico de
nuestros alumnos.
Educar implica la búsqueda de crecientes niveles de
autonomía tanto moral como intelectual. La web 2.0 es un espacio en el que abundan las herramientas con las cuales el alumno puede interactuar con la información, recrearla, ponerla en práctica y también publicar y realizar sus propios aportes y la única forma en que esta
situación genere oportunidades a favor de aprendizajes auténticos y válidos
es si, desde nuestro propuesta
pedagógica guiamos a nuestros alumnos en la búsqueda de estrategias para
que logren seleccionar, interactuar, producir y aportar su propia elaboración para generar conocimiento propio y colectivo, en forma responsable y
autónoma. Por supuesto, el rol del docente es clave a la hora de sacarle auténtico "provecho didáctico" a la actividad planificada incluyendo recursos TIC.