De la sumatoria de conocimientos a la construcción colaborativa de saberes

En los ámbitos académicos el paradigma del constructivismo social se está afianzando cada vez más gracias a las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías,especialmente, los entornos virtuales de aprendizaje y las redes sociales como espacios de interacción legítimos en contextos educativos. Se hace necesario, entonces, dirigir la mirada hacia aquellas cuestiones que habrá que tomar en consideración para no caer en terrenos peligrosos de dudosa relación con la calidad educativa y excelencia académica que pretende ofrecer el sistema educativo formal para, de alguna manera, garantizarlas dentro de los nuevos escenarios de enseñanza aprendizaje, que apuestan a una propuesta pedagógica basada en la teoría constructivista y la teoría del aprendizaje social. Sin duda, el efecto sinérgico de combinar ambas corrientes se potencia gracias a las posibilidades que hoy nos pone al alcance de la mano y de las "mentes" la tecnología, por lo cual hoy día podemos hablar de inteligencia colectiva, aprendizaje colaborativo e inter-creatividad con cierto grado de optimismo. De todas formas, pienso que no hay que perder de vista que cuando hablamos de aprendizaje nos estamos refiriendo a un proceso que es esencialmente PERSONAL, el aprendizaje significativo, lo es justamente cuando el contenido a aprender logra vincularse a través de una relación lógica con los conocimientos que ya formaban parte de la estructura cognoscitiva del que aprende. La estructura cognoscitiva también es personal, interna al sujeto que aprende y se va enriqueciendo cuando interactua con las estructuras cognoscitivas de los otros y de esa interacción y enriquecimiento recíproco surge un "aumento" en el aprendizaje que llamamos "aprendizaje colaborativo" que solo va a tener razón de ser si vuelve hacia las partes enriqueciendo las estructuras cognoscitivas personales de los que intervinieron en la interacción.
Licencia Creative CommonsComo docentes, deberíamos reflexionar acerca de nuestro rol en estos nuevos escenarios entendiendo que aun en ellos, la relación educativa no es una relación de igual a igual y es nuestra responsabilidad generar espacios en los cuales podamos contener, guiar, facilitar, en fin, realizar una intervención pedagógica suficiente para enriquecer la experiencia de enseñanza - aprendizaje.