Materiales didácticos basados en textos


Gran parte de lo que aprenden los alumnos es una consecuencia de su habilidad en relación con la comprensión lectora. Las nuevas tecnologías y principalmente, la llamada web 2.0 aportan nuevas cuestiones para analizar y diversos escenarios en los cuales la relación entre el texto y el lector se encuentra enriquecida por múltiples factores:
La manipulación de hipertextos
El acceso a la literatura por medio de diversos soportes y formatos
La posibilidad de producción colaborativa de textos, creando nuevas oportunidades en relación con la lectura y la escritura.
En este contexto, surge el concepto de “lectura social” fruto de la convergencia entre las redes sociales y el aumento de libros electrónicos, convirtiendo algo tradicionalmente individual (como lo es la lectura) en una práctica social. 

Más allá de estas cuestiones propias de la época actual, la comprensión de textos verbales siempre ha constituido un pilar sobre el cual podemos edificar todas nuestras intenciones  pedagógicas.

El desarrollo y/o selección de cualquier material didáctico basado en textos,  adquiere sentido siempre y cuando conlleve la posibilidad de ser comprendido y su comprensión implique la adquisición de un conocimiento nuevo a partir de la activación de saberes previos relacionados con lo que se está aprendiendo, solo así el lector será capaz de reconstruir el sentido del texto comprendiendo el significado y la intención del mismo, construyendo sus propias re-representaciones, a partir de las representaciones verbales del texto que ha sido comprendido.
Como dice  Mario Carretero “comprender un texto es modificar sobre la marcha, refinar o ajustar, los conocimientos que el texto va transmitiendo, a partir de conocimientos que poseemos. Como resultado de la comprensión, los conocimientos que el texto transmite resultan reorganizados en la mente del lector”. Y más adelante agrega: “comprender textos depende de los conocimientos que poseemos y éstos conocimientos dependen de los textos comprendidos”. 
Pienso que estas ideas son muy significativas ya que nos invitan a reflexionar, como docentes acerca de  la absoluta  trascendencia  de esta cuestión en relación con  los objetivos de la escuela. De alguna manera, el éxito en el aprendizaje está determinado  por la condición de “buen lector” del alumno y “el fracaso en la comprensión se relaciona con la ineficacia para seleccionar  e implementar estrategias cognitivas adecuadas”.  Considero muy significativa también esta tercera idea enunciada por el autor mencionado acerca del fracaso en la comprensión porque nos invita a intervenir de manera activa, a “tomar cartas en el asunto” porque, si bien la comprensión es un hecho interno, “intra-personal”, como docentes podemos apuntar a desarrollar en los estudiantes aquellas estrategias cognitivas que, de alguna manera, garanticen  la comprensión.

Carretero menciona cuatro estrategias cognitivas puestas en práctica en la comprensión de textos escritos:
·       Reconocimiento de estructuras (estrategia estructural)
·       Organización de la información (representación mental con coherencia semántica, reconocer niveles de jerarquía conceptual)
·       Vinculación de los conocimientos nuevos presentes en el texto con  saberes previos y reposición de conocimientos no explícitos o inferencia.
·       Auto-regulación o control de la comprensión (estrategias meta cognitivas) 

      
La necesidad de apelar a ideas y conocimientos previos para comprender un texto reafirma la importancia de la estrategia cognitiva relacionada con la reconstrucción inferencial, permitiendo al lector reponer la información no mencionada en el texto. Se refiere a la habilidad del lector de, conforme avanza en la lectura, ir activando conocimiento ya almacenado, que ya forma parte de la estructura cognitiva (en términos de Ausubel), para posibilitar la comprensión, y ésta se da, en tanto y en cuanto, pueda vincular lo que está leyendo, gracias a dicha habilidad para realizar inferencias, con algún conocimiento ya adquirido. Por lo tanto, esta estrategia cognitiva permite vincular los nuevos conocimientos con los saberes previos de tal manera que se produce una reorganización de los saberes que se van a enriquecer con la información entrante. 

Las preguntas que podríamos hacernos como docentes son:


 ¿Los materiales didácticos basados en texto, como son los libros de texto que seleccionamos para nuestros alumnos, presentan características acordes con los criterios mencionados?

¿Qué aportes traen las nuevas tecnologías para favorecer el empleo de las estrategias cognitivas mencionadas a favor de la comprensión?